Cuando somos niños nos
imaginamos una vida adulta, nos urge crecer para salvar al mundo.💗
Tenemos tanta energía que
gritamos desde lo profundo de nuestro ser:
— ¡mamá! cuando sea grande quiero ser
doctor para salvar vidas, para sanar enfermos y cuidar siempre de ti.
—Quiero ser
bombero, para apagar todos los fuegos.
—Yo quiero ser
policía para combatir a los ladrones.
Y así, todos los días
queremos ser algo diferente, queremos dedicarnos a todas las profesiones y
oficios, todos los días tenemos sueños de grandeza.
Incluso
llegamos a pensar que cuando seamos grandes vamos a trabajar tan duro para ser
millonarios.
Pero conforme pasan los años…alguien se roba los sueños.
Se nos olvidan las promesas que nos hacemos.
Dejamos
de creer en que todo es posible y comenzamos a aumentar nuestros miedos e
inseguridad.
Comenzamos
a autodestruirnos lentamente.
Creamos
un mundo donde la familia queda en último término.
Nos
olvidamos que cada segundo es importante.
No
medimos los riesgos y en ocasiones ponemos en peligro nuestra vida.
Hasta que…
Una mañana te despiertas
y te quedas pensando ¿y ahora qué sigue?...
Te sientas en la cama y
observas a tu alrededor… entras en nostalgia.
De la nada comienzas a sentir una sensación que te oprime el pecho y tienes
ganas de llorar, pero no sabes por qué.
Es en ese momento donde te das cuenta que tienes
muchas cosas pendientes:
- Proyectos que tal vez comenzaste pero que no has concluido.
- Empleos que dejaste por no hacer las cosas bien.
- Amistades que perdiste por no saber valorar.
- Tiempo perdido que jamás vas a recuperar.
- Sueños sin realizar, que preferiste guardar en una cajita llamada “mañana lo hago”.
Comienzas a imaginarte...
¿Cómo sería tu vida, si
en su momento hubieses tomado las decisiones adecuadas?
¡Qué pena!
No puedes regresar al
pasado y cambiar la historia.
Pero… si puedes iniciar
un nuevo capítulo en tu vida y comenzar de nuevo; comenzar a cumplir tus
sueños, comenzar para concluir aquello que dejaste a medias, o aquellos que
nunca iniciaste.
¡Claro que puedes!
Yo creo en los nuevos comienzos.
Si tu sueño era tener una empresa, comienza ahora...usa tu creatividad.
Si tu sueño era tener una carrera, busca opciones y
estudia.
Si tu sueño era ser
dueño de una casa, ¡ve por ella!
Haz realidad tu sueño.
- ¿Dónde te quedaste?
- ¿Qué tanto has dejado guardado en la cajita del tiempo?
- ¿Por qué olvidaste tus sueños?
Es momento de
reparar tu viejo columpio,
es momento de pintarlo de tu color favorito, de asegurar los lazos que lo sostienen.
Es momento de amar cada parte de ti y elevar tu
seguridad. Sube a ese columpio, comienza a impulsarte,
siente esa adrenalina.
No esperes a
que alguien venga y te ayude a reparar todo, comienza por hacerlo tú,
en el trayecto puedes invitar gente.
Cada vez que te equivoques,
coloca una
coma, un punto y sigue escribiendo tu historia, que no te importe el
qué dirán.
El mundo siempre va a
estar encima de ti…pero de ti depende cómo lo controlas.
¿No sabes por dónde comenzar?
Te invito a leer mi artículo: Es momento de impulsar tus sueños ¡Puedes hacerlo!
Lo único que puedes perder son unos minutos, los cuales serán suficientes para que comiences HOY a trabajar por ese sueño.