En estos tiempos vivir sin estrés es totalmente inevitable porque además de lo que nos sucede a nuestro alrededor, también estamos al pendiente de todo lo que sucede en el mundo, los medios de información se han mudado a las redes sociales y tenemos más cerca las noticias de lo bueno y malo que está pasando.
Y por más que te alejes o te aísles de la zonas urbanas para evitar el estrés, es casi imposible que esto suceda. Sin embargo, las personas que habitan las zonas rurales viven menos estresadas que aquellas que habitan en las grandes ciudades, esto es debido a la conexión que hay con la naturaleza, respiran aire más limpio, hay menos ruido, la alimentación es más natural, las personas se sienten más seguras porque todos se conocen.
Diferentes estudios de investigación científica, han determinado que cuando el humano entra en contacto con la naturaleza, los niveles de la hormona cortisol disminuyen, eso significa que sentimos menos tensión física y mental.
Por lo que una caminata en la playa, un recorrido por el bosque o un paseo en un parque natural te ayudará a despejar la mente, a sentir menos presión en tus hombros... siempre es bueno renovar la energía.
Tal vez no tienes el tiempo suficiente para salir a caminar todos los días, nadie dijo que lo hagas diario, puedes hacerlo una vez a la semana, o incluso una vez a la quincena. Lo importante es que te recuerdes a ti misma/o que eres importante y que también mereces descansar aunque sea solo unos minutos.
- Para que esto funcione, debes de llevar ropa cómoda, calzado adecuado y guardar el celular en tu bolso, evita los audífonos, te desconectas de la tecnología para conectar con la naturaleza.
- Puedes hacerlo sola o acompañada, como mejor te sientas segura.
- Si vas acompañada procura ir en silencio, escucha a la naturaleza, siente como el aire se lleva toda esa pesadez que tienes.
- Evita llevar a alguien que hable mucho o que solo utiliza su tiempo para hablar de los conflictos de otros, eso solo te estresará más.
- Camina a tu ritmo, escucha tu respiración, estírate las veces que sea necesario, ¡sonríe!.
Conecta con la naturaleza, ¡puedes hacerlo!, incluso las grandes ciudades cuentan con áreas verdes, con jardines...abraza un árbol, deja que el viento toque tu rostro mientras caminas, siente la lluvia, escucha el cantar de las aves. ¿Hace cuánto que no haces una caminata en la naturaleza?