Las cuatro leyes espirituales de la India, se han vuelto un tema muy buscado por toda América y parte de Europa. Pero… ¿Qué tan ciertas son estas cuatro leyes? ¿De qué manera impactan nuestra vida? ¿Es bueno aplicarlas?
La
primera vez que me enteré de la existencia de estas cuatro leyes, estaba
buscando imágenes de motivación, y entre ellas apareció una imagen muy bonita
que contenía las cuatro leyes espirituales de la India, ¡me gustó! (soy sincera) en cuanto la vi, la
descargué y me entró la curiosidad por leerlas nuevamente, recuerdo que eran
como las 12:30 de la madrugada y entre sueño y ojos cerrándose, me di cuenta
que algo no me cuadraba en estas leyes, pero no le tomé importancia, me quedé
dormida y al día siguiente mis redes sociales tenían un post con cada una de
las frases que tenía esa imagen.
Comenzaba
a adoptar esa creencia:
1.- “La persona que llega es la persona correcta”.
2.- “Lo que sucede es la única cosa que podía
haber sucedido”.
3.- “En cualquier momento que comience es el
momento correcto”.
4.- “Cuando algo termina, termina”
Y
si algo no salía como yo esperaba, veía su “lado positivo” basándome a esas
cuatro frases. Así viví muchos años, compartiéndolo con mis amigas y creyendo
en una falacia.
Hasta
que un día mi madre me dijo: — ¿Jeanette porqué todo lo dejas para mañana? Tú
antes no eras así. Nada comienzas y nada terminas. Tómale importancia a cada
cosa, a cada actividad que haces. Por favor🙏.
Me dolieron sus palabras, entendí
que estaba en una zona de confort negativa. Comencé a analizarme y determiné que las cuatro leyes espirituales,
son frases peligrosas, que pueden convertirse en un arma letal para la vida de
cualquier persona.
No
intenté buscar culpables, decidí ser analítica y selectiva con vida, con mis
ideas, con las ideas ajenas, aprendí a tomar decisiones sin que otros decidieran
por mí, pero bueno ese es otro tema, que después se los contaré.
¿Cómo fue que determiné
que el sistema de creencias de las cuatro leyes espirituales me estaba
afectando?
Te lo voy a compartir, para que tú no cometas
este gran error.
1.-
“La persona que llega es la persona correcta”
Yo
entiendo que nadie llega a nuestra vida por casualidad, que todas esas personas
que nos rodean día a día y que interactuamos con ellas, se cruzan en nuestro
camino por algo.
Sin
embargo esta frase (“La persona que llega es la persona correcta”), puede
interpretarse en sentido incorrecto y lograr perjudicar tu persona. Muchos
pueden creer que todo lo que llega a su vida es lo correcto y por lo tanto
tienen que estancarse aunque les cause desagrado e infelicidad.
Cuando
comencé la universidad aún conservaba mi noviazgo de la adolescencia, a pesar
de ser una persona con quien no era compatible en ideologías, no lograba
sentirme en tranquilidad, surgía la infidelidad muy a menudo y había nula
comunicación entre nosotros; seguía en esa relación y todo por creer que la
persona que llegara a mi vida, sería la persona correcta.
Así que estuve
estancada por un largo tiempo viviendo en un error. Hasta que un día decidí
renovar mi vida por completo y corté la relación; logré hacerlo porque estaba tan
triste y enojada conmigo misma, y desde ese momento aprendí que no porque
lleguen mil personas a tu vida, serán las correctas para siempre.
Con esa frase se puede justificar una mala vida, una persona insoportable, una violación, se pueden justificar muchos actos negativos.
Sería mucho mejor, cambiarla por “Las personas que llegan a tu vida, son una lección que tienes que aprender, tú decides si te quedas con ellas”.
“Cuando algo comienza, es porque tú has decidido que comience” Para mí sería la frase correcta a esta tercera ley, porque la gran mayoría vivimos postergando por diversos motivos, nos gusta hacerlo.
4.-
“Cuando algo termina, termina”
2.-
“Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido”
Esta
fue la segunda bendita frase que por una mala interpretación o por no pensar
como aquella persona que la escribió, casi termina arruinando mi vida.
Esta
frase te traslada a un estado de confort, te convierte en una persona sin
criterio propio. Prefiero pensar más en la ley de causa y efecto. Toda acción,
tiene una reacción.
Cada
uno de nosotros decide el rumbo que toma nuestra vida, proyectos, matrimonio,
noviazgos, preparación académica; hay obstáculos…si, siempre vas a encontrarte
con los obstáculos, sin embargo tienes que aprender a derribar o a dar la
vuelta, pero no detenerte. Cuando te detienes en la vida, es para analizarte y
reflexionar sobre ti.
Tú
eres el director, escritor y protagonista principal de esa historia que narras
cada día y la transmites en vivo. Va a suceder lo que tú quieres que suceda,
tus actos y tu actitud son el camino y el vehículo hacia una consecuencia, la
cual puede ser positiva, neutral o negativa.
Es
muy fácil cometer errores y culpar al destino, es lógico que si me embriago
demasiado y luego tomo mi auto, manejo a alta velocidad, tengo más probabilidades
de accidentarme e incluso morir. Y escudarme en “lo que sucede es la única cosa
que podía haber sucedido”
¿O
tu qué opinas?
Sería mucho mejor, cambiarla por “Todo lo que sucede proviene de
una causa; sin causa nada puede tener origen”
3.-
“En cualquier momento que empiece es el momento correcto”
Muchas
personas dicen que todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después.
Sino cuando estamos preparados para que algo nuevo comience.
¿Pero qué pasa
cuando nosotros mismos aplazamos actividades por simple flojera o por falta de
responsabilidad? Al fin y al cabo, en cualquier momento que empiece es el
momento correcto. Eso dice la tercera ley espiritual de la India.
Por
esta creencia, o mejor dicho, por esta frase, se puede estancar una persona.
Un
proyecto, una meta, un objetivo, una actividad, una tarea, una relación, una
amistad, un camino espiritual, un conflicto, comienza cuando tú decides que
comience. Si no lo inicias, no es culpa del universo, es el grado de
responsabilidad y disciplina que tienes contigo mismo.
Pero
no termina todo… La vida es un juego, donde se superan niveles, se obtienen
recompensas y tienes que ir cerrando etapas, ganar experiencia. El objetivo es
crecer, ser mejor cada día y seguir avanzando.
Todos
en algún momento no sabemos cómo cerrar ciclos, cortar una relación tóxica,
cambiar de empleo, superar una pérdida.
Cuando pasamos por problemas
emocionales tendemos a caer en depresión e incluso sentir que la vida se ha
acabado. Y con esta frase “cuando algo termina, termina” hay quienes pueden
pensar que todo está terminado, que no hay nada después del suceso por el que
están pasando. Sin embargo no es así.
Imagínate
tener un empleo que te apasione, que ames y que además te brinde seguridad
financiera, y una mañana a los jefes se les ocurre despedir personal, y entre
esos vas tú. Sientes que el mundo se derriba en tu contra, son muchas las
emociones que están en tu mente.
Piensas que todo ha terminado, que no hay nada
después de ese cargo que ocupabas. Si tienes deudas, la preocupación y
desesperación aumenta; pero te detienes un instante y buscas el lado bueno y
comienzas a reorganizar tu vida. Ahora tienes tiempo para tu familia, para
comenzar esos proyectos personales que nunca iniciabas por falta de tiempo.
Así
de simple, solo dos opciones:
1.-
Lamentarte todos los días porque estás desempleado y vivir pensando en tu viejo
empleo, reusándote a conseguir otro.
2.-
O buscar el lado positivo de la situación y seguir avanzando.
Recuerda que para iniciar una etapa, tienes que cerrar otra, no
tengas miedo de decir adiós, de alejarte de aquello que te hace daño, es parte
de la vida.
“Cuando algo termina, es señal de que necesitas cambiar”.