¿Estás pasando por un momento crucial y no sabes qué camino elegir?
¿Tus papás quieren que estudies algo que
a ti no te gusta?
¿La situación económica ya no te
permitió seguir avanzando?
¿La profesión que quieres no está dentro
de tus posibilidades?
¿Estás buscando la profesión mejor
pagada?
¿Necesitas seguir el legado familiar y
estudiar lo mismo?
O sinceramente dejaste pasar el tiempo y ahora te encuentras trabajando en algo que no te gusta en lo absoluto?
Estas son algunas de las cuestiones que se
viven en las familias… discutir el futuro de los más jóvenes de casa.
Hay quienes desde pequeños ya saben a qué
quieren dedicar su vida, y es algo que se agradece, porque serán personitas que
se incluyan en el campo laboral por vocación y no por obligación.
También encontramos a aquellos que están
un poco perdidos y no tienen la menor idea de qué hacer con su vida, eso no
significa que sean perdedores o que sean personas sin visión, simplemente no
han descubierto cuál es su verdadera pasión, y se dejan influenciar por los
demás.
Recuerda que elegir tu carrera profesional u oficio, es una de las decisiones más
importantes, porque es la elección
de aquello a lo que te vas a dedicar el resto de tu vida, si eliges por
complacer a los demás, te estarás sumando al grupo de personas que estudian una
profesión sin sentir pasión, y créeme, ya son muchos los que están de ese lado.
Pero entonces, ¿qué es la vocación?
Si bien es cierto, todos tenemos la
capacidad de aprender y desarrollar habilidades, sin embargo, creo firmemente
que cada uno de nosotros nace con una
chispa, que se llama vocación.
Cuando
tienes vocación para realizar una actividad, te resulta más fácil de hacer,
incluso la disfrutas.
Esto lo aprendí a lo largo de varios años, veía personas fascinadas con su trabajo, personas que aman los lunes, que disfrutan esas largas horas de labor.
Y en un momento me pregunté…
¿Qué estoy
haciendo mal?
¿Por qué mi
trabajo me hace sentir infeliz?
¿Por qué
representa una carga en mi vida?
Fue
cuando descubrí que mi trabajo en realidad no me gustaba, tenía que hacerlo
por responsabilidad y compromiso, pero no porque fuese algo que me encantaba
hacer.
Y de alguna manera esa energía influyó a que sucedieran diversas circunstancias, que
me alejaron de ese empleo.
Fue
una lección de vida muy dura, me llevó años superar y me trajo hasta
aquí…mudarme de estado, viajar, visitar diferentes cocinas del país para
degustar la comida y por las noches escribir todo aquello que sentía.
Para no hacerte la historia tan larga…de
un momento a otro la vida me encaminó e impulsó hacia lo que realmente me
gusta: escribir, cocinar y viajar.
Y no tuve que realizar un test vocacional
para darme cuenta de aquello que realmente me apasiona, tuve la oportunidad de
descubrirlo por mí misma.
No te voy a negar que por curiosidad, contestara
varios test, para determinar qué era lo mejor para mí, todos los resultados me
encaminaban a las carreras que tienen como oferta educativa las universidades,
que para nada me gustan… así que para mí eso no funcionó, además de que concluí la universidad hace muchos años.
Si esto también es tu caso, seguramente
no necesitarás de ningún test vocacional para darte cuenta cuál es tu vocación,
así que te voy a compartir la estrategia
que yo utilicé para descubrir cuál era mi verdadera vocación, es un análisis sencillo, solo necesitas un
momento para pensar en ti, tomar una hoja de tu libreta y un lápiz, escoge un lugar tranquilo y si es posible que todo esté en silencio.
Te sugiero contestar estas preguntas con la mente tranquila, para que las respuestas fluyan y lo más importante necesitas de tu absoluta sinceridad.
No tienes que ser alguien experimentado para realizar esto, solo tienes que ser un tanto creativo y analítico.
Comenzamos, escribe las siguientes preguntas, de una a la vez y dale respuesta:
- ¿Qué te gustaba jugar cuando eras niño?
- ¿Qué actividad puedes hacer durante horas y no te enfadas?
- ¿Qué quiere dejarle al mundo para que así te recuerden?
Tres preguntas son suficientes para profundizar en ti y encontrar tu vocación, la respuesta no tiene que gustarle a los demás, tiene que gustarte a ti, la respuesta tiene que hacerte sentir cómodo, satisfecho y en armonía, aunque se requieran horas de esfuerzo, trabajo, creatividad, eso solo representará un desafío que alimenta tu ser.
Eso no significa que te alimentarás de universo, claro ni que fueras el Guerrero Dragón de Kung Fu Panda…
Aquí es donde
necesitas ser más creativo para ponerle precio a tu vocación.
Ya sé lo que estás pensando, que soy una
mujer fuera de serie, o sea loca.
Una vez que descubras tu vocación,
necesitarás ser un tanto creativo para que te diseñes un camino a seguir y te
conviertas en un emprendedor, con el tiempo y la experiencia, estoy segura que lograrás
ser un gran empresario/a.