Descubre cómo pasé de odiar la Navidad a abrazarla con amor y fortaleza. Una historia de crecimiento, perdón y magia renovada.
Desde el
rincón de mis recuerdos, hoy te quiero compartir una parte de mi historia, un
capítulo donde la Navidad representaba una sombra que “me ponía de malas”…
comenzaba Diciembre y hasta las luces de colores me molestaban. Y los villancicos,
ni se diga. ¡Si ya se!, una tipa envuelta con el espíritu del Grinch.
La navidad
siempre se ha celebrado en casa, desde que yo era una pequeñita, mis recuerdos
no son la típica navidad de película, más bien todo lo contrario. Las primera
tres navidades de mi vida, las pasé en casa de mi abuela paterna, junto a mamá,
era mi etapa de ser hija única. Mi papá siempre estaba ocupado trabajando en el
taller de mecánica automotriz y al final del día solo llegaba a cenar y a
convivir con amigos, vecinos y familiares adultos. Yo tenía que buscar cómo
entretenerme.
Durante mi
cuarto año de vida, la navidad fue diferente, mi abuela materna nos invitó a
pasar la navidad en la Ciudad de México y por primera vez, me enteré que, en
navidad pasaba Papá Noel o mejor conocido como San Claus, a dejar regalos
debajo del pino, ¡era algo mágico para mis ojos! Sin duda era una navidad
diferente e inusual, sobre todo porque me dieron pavo en rebanadas de pan de
caja, no era la típica barbacoa o relleno de cerdo del pueblo (que de hecho es
muy sabroso) y también muchos dulces, lo más interesante fue que los adultos
jugaban con los niños.
Todo este
proceso navideño, era totalmente nuevo en mi memoria. Mis primos sí que eran
muy afortunados💝
El
siguiente año, la navidad la pasé nuevamente solo con mamá, pero en Uruapan, Michoacán.
Allí todos se reunían en la calle, vecinos y familiares, había muchas bebidas
alcohólicas y comida... mucha comida. Pero
igual, había grupos de pequeños y adultos, cada quien por su lado, pero si
llegaban regalos. Era el segundo año que me llegaba algo.
Para el
siguiente año, ya me tocó vivirlo en Papanoa (un pueblo de Técpan de Galeana en
Guerrero) y ese año no hubo regalos, lloré porque pensé que no había cumplido
en portarme bien durante el año, mi papá molesto me dijo: ¡Es-que-San-ta-no-existe…!,
lloré más. Y desde ese año 1995, hasta el 2010 las navidades eran un día común.
Incluso puedo decirlo: Odiaba la navidad. Así podrás entender fácilmente lo que
significaba para mí.
Peroooo...
El año
2010 marcó la diferencia, conocí a una persona demasiado especial para mí, que
aún guardaba en su interior, un niño lleno de magia, ilusión y esperanza y me
envolvió en su creencia mágica. Poco a poco me hizo abrazar la navidad y volver
a amarla, haciéndome olvidar esos días amargos, en que los adultos consumían
tanto alcohol hasta llegar a las discusiones y violencia. Esos tiempos, ya no
existen más, gracias a Dios.
Al día de hoy,
diciembre no me debilita más, incluso yo misma elaboré decoraciones navideñas, me
gusta la vida sustentable. Por primera vez, Gabriel y yo, colocamos nuestro
pino de navidad en el apartamento, es pequeñito, pero con mucho significado. Nos
invitaron a las posadas y nos dimos la oportunidad de ir, fue un momento
bonito.
Este
capítulo de mi vida, puedo decir que ya lo he superado, he perdonado a todas
las personas que en alguna navidad me causaron lágrimas, que me hicieron sentir
que no tenía valor o que me insultaron.
Como puedes
darte cuenta, todas y todos, tenemos una historia con diferentes tintes. En mi
caso, puedo seguir en una vibración negativa, sin embargo decidí darle vuelta a
la hoja y comenzar un nuevo capítulo.
Y hoy
termino de sanar esa debilidad que me causaba la víspera de navidad, con
fortalecimientos del Método Yuen, si me sigues desde hace meses, sabes que
llevo más de un año que comencé a transitar por este método y me ha sido
funcional, por eso te lo comparto.
Deseo que
estés fuerte y neutral para celebrar una navidad más presente, consciente y
atenta, justo así como dice la Instructora de Método Yuen Rocío Santibáñez, una
gran mujer que admiro por la enorme labor que comparte en su canal de YouTube...
Si es la
primera vez que lees o escuchas, el método Yuen, rápidamente te comento que es
una herramienta que te ayuda a reprogramar tu sistema nervioso central para que
las reacciones que emiten otras personas o situaciones, dejen de afectarte
directamente en tus emociones y aprendas a separar desde tu intuición.
Aquí te comparto
el video que más resonó conmigo, pertenece al Instructor Andrés, es un gran
regalo que le hace el maestro al mundo, no tienes que hacer mucho, solo
escucharlo, hacer respiraciones profundas mientras lo escuchas y todas las veces
que sea necesario, si te quedas dormida o dormido, de igual manera te ayudará,
sus palabras, van a reprogramar de forma general, las debilidades que te ponen
triste o furiosa en esta navidad, es obviamente que las cosas seguirán siendo las
mismas, solo que las verás desde diferentes ángulos.
Que todos esos problemas que
tienes en este momento, le encuentres soluciones y tomes la más óptima. Si
estás pasando por una enfermedad, acepta la situación y vive, deja momentos
agradables. Todo tiene un curso, un ciclo de vida y debemos de aceptarlo y aprender
a vivir cada momento, como puedes darte cuenta, todas las personas tenemos un lado sombra o lado oscuro y debemos de
abrazarlo igual y ser conscientes.
Feliz
navidad, te mando un fuerte abrazo a la distancia.
Con cariño
para ti que me lees,
🌞Jeant Gómez⛄