Hay días en los que me despierto y no
quiero levantarme.
Días en los que no hay luz, ni ganas,
ni explicación.
Días grises, así les llamo yo.
¿Te ha pasado?
Como si la vida se sintiera pesada
sin un por qué.
Y lo que más duele… es que te exiges
seguir sonriendo.
A mí me pasa, más veces de las que
digo.
Y por eso, hoy quiero escribirte
esto: no eres débil. No eres negativa. No estás rota.
Simplemente estás sintiendo, y eso
también es humano.
Hoy te comparto esta oración que
escribí en uno de esos días grises.
No nació desde la luz, sino desde la
sombra.
Pero fue la forma más honesta que
encontré de buscar consuelo.
🌧️ Una oración escrita desde el alma cansada:
Señor, hoy no sé ni por dónde
empezar.
Hay algo dentro de mí que pesa, que
arde, que llora sin lágrimas.
Mi mente está cansada de pensar y mi
corazón, de resistir.
Hoy no quiero dar explicaciones.
Solo quiero que me sostengas.
Quiero que te sientes conmigo en este
silencio.
Y si no puedes calmar mi tormenta,
entonces quédate… hasta que pase.
Hazme recordar que esto también es
parte de vivir.
Que no soy menos valiosa por no
sonreír hoy.
Que también puedo ser sagrada en mi
tristeza.
Que no tengo que darlo todo siempre.
Y si no hay luz, Señor, entonces
préstame la tuya.
Hasta que vuelva la mía.
Amén.🙏
No somos robots. No tenemos que estar
siempre bien.
Las redes, los comentarios, los
estereotipos, muchas veces nos empujan a creer que debemos mantener una imagen
de fortaleza constante.
Pero aquí, en este rincón que
compartimos tú y yo, no hace falta aparentar.
Aquí se vale llorar, sentirse frágil,
y pedir ayuda sin miedo.
Y si hoy te sientes así, que esta
oración sea ese abrazo que necesitas.
No estás sola.
Con amor,
Jeant