¿Es posible ser feliz todos los días? 

Ser feliz es una decisión de actitud.
La frase aprende a disfrutar el camino se ha vuelto un cliché, la mayoría comparte esta frase en redes sociales, cuando vemos a una persona que se enoja por todo, le decimos “aprende a disfrutar el camino de la vida”, todos en algún momento la hemos dicho;  pero realmente sabemos ¿cómo se hace?, ¿cómo es disfrutar el camino de la vida?

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Replicar y compartir frases es muy fácil, aplicarlas en nuestra vida es un verdadero reto, porque somos un sistema complejo y difícil de entender para otros de nuestra misma especie. Somos seres divinos que poseemos sentimientos, los cuales determinan nuestra actitud frente a las circunstancias que se nos presentan, en conjunto estos forman nuestra personalidad.

Cuando alimentamos sentimientos positivos, reflejamos siempre una actitud buena, positiva y enérgica. Y eso con el paso del tiempo, forma una personalidad. 

Sin embargo esto no garantiza que una persona sea inmune a sentimientos negativos, a actitudes desagradables, en algún punto de su vida. Somos seres que reaccionamos y pensamos de diferente manera con cada situación, en algunas ocasiones asemejamos la actitud.

Al punto que quiero llegar es que esa personalidad que tomamos, va a acompañarnos a todas partes, a la escuela, al trabajo, a reuniones sociales y a todas las actividades que realicemos. 
Por lo tanto es tu responsabilidad aprender a controlar y equilibrar los sentimientos. 

Cada uno de nosotros decide desde que perspectiva analiza una situación. Pero, ¿cómo se hace?

Cuando somos niños la mayoría tenemos la bendición de jugar, de aprender algo todos los días, de divertirnos, de reír, de soñar, de querer ser grande para hacer grandes cosas; sabemos disfrutar cada momento, porque siempre nos mantenemos ocupados con algo nuevo.

Cuando comenzamos a crecer y las responsabilidades comienzan a aumentar, nos transformamos en seres sistemáticos que se asemejan a una máquina. Hacemos actividades que nos asignan y no las actividades que queremos hacer. 

Con el pasar del tiempo, eso comienza a frustrar nuestra mente y le hacemos entender a nuestro cerebro que tenemos que obedecer órdenes, que existen leyes y reglas que seguir y que no podemos hacer con libertad lo que nosotros queramos. “Todo tiene un orden”
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Esta es la etapa donde muchos de nosotros nos rehusamos a aceptar la palabra responsabilidad y nos resistimos al cambio, esa resistencia genera sentimientos negativos, lo que da como resultado una actitud negativa y una personalidad no muy buena ante los demás.

Y algunos se quedan atrapados en esa resistencia y así crecen, el tiempo pasa y no espera a nadie. Ven la vida como algo malo, no logran ser felices, son personas frustradas con la sociedad y el universo mismo. Hacen sus actividades del diario porque tienen que hacerlas y no porque quieren hacerlas. O sea que no disfrutan sus días.

En ocasiones la misma sociedad nos presiona para “vivir” nuestras etapas y actividades en la vida; por ejemplo, que si llegas a los 30 años y no te has casado, eres un fracasado en el amor;  que si tienes 35 años y aún no eres mamá, ya serás una abuela a tu primer hijo; que llegaste a los 30 años y aun no tienes casa propia, ya no fuiste exitoso. Y muchas creencias más.
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Yo creo que cada uno de nosotros debe de vivir a su propio ritmo, no es una competencia, puedes tenerlo todo y no haber disfrutado uno solo de esos días. Y yo puedo disfrutar cada día, cada momento, ser feliz y tener lo justo y necesario para mí vivir.

Disfrutar el camino de la vida se basa en cinco pilares

Entender que eres un ser que tiene sentimientos, los cuales solo tú controlas y equilibras. Tú decides con qué acciones enojarte, cuándo hacerlo y con quienes. Tú decides que tan importante es una persona en tu vida al grado que llegues a amarla u odiarla.  Tú decides si en tu corazón existe amor o venganza, envidia o generosidad. Los sentimientos que alojes en tu corazón, se reflejarán en tu entorno. Ser consciente de ti mismo.

Detenerte por un instante y aceptar todo aquello que no te gusta y agradecer al creador del universo por lo que tienes, no podemos decidir por las demás personas, tenemos control en nosotros mismos pero no en los demás. Analiza todo lo que hiciste ayer, que estuvo bien o mal, y modifica lo que no te guste. Se vale equivocarse y seguir adelante. La vida es un laboratorio donde cada día es un experimento y siempre hay un margen de error. Ser agradecido es una llave que abre muchas puertas.

Trabaja por tus sueños pero nunca te obsesiones por ellos. Si cada día haces algo para aproximarte a lo que deseas, en su tiempo y en su momento llegará. Recuerda que todo lo que hacemos vibra en un punto del universo y regresa a nosotros. He visto personas que se dedican a hacer realidad sus sueños, olvidándose de su presente. Llegan a su meta, pero se perdieron lo más importante, vivir cada día feliz.

Vive a tu ritmo. Deja de compararte con tus conocidos, amigos o familiares, a cada uno le llega su momento. Ser como los demás y tener lo mismo que tienen los otros, te hace vivir agitado, angustiado y presionado por llegar a obtener aquello que a ti no se te había ocurrido. Llega a tu metas en el tiempo que tu lo decidas, trabaja por ellas. Se realista, no quieras trazarte una meta (que requiera de tiempo) hoy viernes y cumplirla mañana sábado.

Disfruta lo que haces, disfruta de ti mismo, disfruta tu familia, disfruta tu pareja, disfruta tu trabajo. Hacer algo porque tienes que hacerlo, siempre lo haces de mal humor, con energía negativa, sin esfuerzo y con pensamientos negativos, que al fin de cuentas, te genera infelicidad y se refleja físicamente y en tu actitud. Cuando esa energía emite vibraciones, ¿qué crees que recibes de las personas que te rodean?

Aprender a disfrutar el camino de nuestra vida, es posible, con estos cinco pilares tu comenzarás a armar tu sendero, no se trata de quitar tu esencia, dejar de ser tu, esto consiste en aceptar los cambios, aceptar las etapas, y ser responsables con nosotros mismos.

Te comparto una breve historia que trata sobre la actitud, espero y sea de tu agrado. 


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