Antes de comenzar a leer este artículo, dime… ¿Cuántas personas exitosas conoces?



¿Tú te consideras una persona exitosa?


Incluimos la palabra éxito en nuestra vida…desde niños, en algún momento mencionamos:
  • Yo quiero ser un “x” profesionista exitoso.
  • Yo quiero tener un matrimonio exitoso.
  • Yo quiero ser un estudiante exitoso.
  • Yo busco ser una esposa y madre exitosa.
  • Yo quiero ser un escritor exitoso.
Pero, exactamente ¿a qué nos referimos cuando nos proyectamos como personas exitosas?

¿Cuál es el camino correcto que tengo que seguir para ser exitoso o exitosa?...

¿A caso existe una fórmula secreta que muy pocos conocen?😶

Regularmente el éxito lo relacionamos con gente rica, gente millonaria…”gente que lo tiene todo.” Y entonces nos preguntamos:
  • ¿Por qué se sienten tan infelices?
  • ¿Por qué se han llegado a suicidar?
  • ¿Por qué viven en las drogas?
  • ¿Por qué hay tanto vacío, si lo tienen todo?

Con esto se puede decir que…Éxito no significa tener mucho de algo. No significa ser famoso. No significa tener un alto puesto. No significa tener poder.

Cada persona logra el éxito de forma diferente.

Sin embargo, la gran sociedad, ha marcado un patrón sobre lo que significa ser exitoso (poder y dinero) y eso es una creencia que no les vamos a cambiar, cada quien cree lo que quiere creer. Lo importante es que esa mentalidad no te afecte a ti.



Cada meta lograda es un éxito.
Cada objetivo logrado es un éxito.
Cada problema resulto con una solución que te beneficie, es un éxito más obtenido.

Sin embargo,
[ Éxito y felicidad no son sinónimos ]

Puedes lograr todo lo que te propongas, solo necesitas aplicar la estrategia adecuada, pero si no lo disfrutas, no te causará felicidad.

Recuerda seguirnos en Facebook

Para ser exitoso se necesita tener la motivación de querer serlo. Y para conseguir esa motivación, tienes que inspirarte todos los días y al mismo tiempo actuar.

Y créeme que la única forma en que puedes inspirarte, es pensando en tus sueños, en tu pasión, en eso que tanto anhelas lograr, como bien dice Oprah Winfrey: cuando trabajas en algo que realmente amas y te llena todos los sentidos, todo lo demás viene por sí sólo.

En los últimos meses, la vida me ha demostrado que para tener éxito en todo lo que me propongo, debo de hacer cosas totalmente diferentes a las que estoy acostumbrada a hacer, a veces eso resulta difícil… te lo digo porque lo he sentido.

Ya que eso implica cambiar la forma de trabajar, adaptarse a cosas que probablemente no sean de nuestro agrado y adquirir nuevas formas de ver la vida…todo esto, en un instante se puede transformar en un pesar, en una carga, es normal sentirlo, somos humanos y estamos aquí para aprender de cada error, de cada estrategia fallida.


Me queda claro que el éxito se construye todos los días y no es algo que llegue por casualidad.

Pero ¡cuidado! Eso no significa que vas a poner en primer término tu puesto de trabajo o negocio y en segundo tu calidad de vida, recuerda que tu familia, tu bienestar, tu salud mental, tu salud física... están primero, si careces de uno de estos elementos, comenzarás a tener un desequilibrio que no te dejará avanzar, comienzas a enfermar gracias al estrés elevado, la ansiedad se apodera de tu vida, tu condición física decae, se generan diferentes enfermedades y por si no fuera suficiente… los problemas en casa aumentan por la falta de tiempo, atención y el desgaste económico.


Tal vez en este momento ya estás pensando que en parte, el éxito es malo para nuestra vida, pero nooo, no es así. El éxito es simple y sencillamente lograr algo.

Si bien es cierto, hemos deformado su enfoque, anteriormente la palabra éxito se utilizaba para describir la productividad de los negocios, actualmente la relacionamos con la calidad de vida, será correcto o no, la sociedad que está al frente del poder y los medios de comunicación, han determinado un parámetro para medir el éxito, lo cual a muchos nos deja fuera de “ser exitosos”.


Sin embargo te puedo asegurar que, en algún momento hemos sido exitosos y puede que ni cuenta nos dimos, por la razón de que estamos en constante aprobación por la sociedad.

Si un grupo de personas coincide en que tú eres exitosa, tú vas a creer que eres exitosa, aunque tú no te sientas feliz con lo que estás logrando. El problema en esto es que la gente solo ve el resultado de todo lo que estás haciendo, pero no se dan cuenta de todo el proceso por el que pasas día a día para transmitir eso que la gente quiere ver.

A veces ese proceso es un verdadero infierno, por el hecho de que solo te enfocas en obtener éxito, dejas de lado lo bonito del día, te olvidas de ti, de tu familia, de todo lo importante, por estar allí con la obsesión de obtener un resultado positivo, que le guste a los demás…Esto es el error más grande que cometemos y es la puerta de salida para abandonar sueños, metas y objetivos.

¿En qué momento disfrutas lo que haces?

Si gran parte del día invertimos esfuerzo y energía aplicando diferentes formas para lograr un objetivo, que al final el resultado no es aprobatorio…la desesperación se apodera, el miedo invade, se pierde la esperanza…todo pinta a escala de grises y todo porque a alguien se le ocurrió decir que: los resultados que obtenemos demuestra el tipo de persona que somos.

Tal vez tenga sentido y lógica, durante años hemos creído que aquel que más acumula bienes es exitoso, que aquel que más trabaja es exitoso, aquel que más vende es exitoso, aquel que más compra es exitoso.

El éxito lo relacionamos con todo lo material que es valorado por un tanto de personas. Aunque eso implique vivir rodeada de muchas cosas que no son de nuestro agrado, de logros acumulados que no disfrutamos hacerlos y una vida totalmente insatisfecha.


Hoy es momento de que cambies esa perspectiva que tienes sobre el éxito y comiences a plantearte qué es lo que quieres tú, qué quieres lograr en tu vida. Entiendo que trabajas para alguien más y ese alguien te establece metas, el hecho de lograrlas, es éxito para la empresa ¿pero tú dónde quedas?

Tenemos que aprender a estar satisfechas con nosotras mismas, a sentirnos completas, felices, en total apertura para solucionar los problemas que se presenten al día. Independiente de las posesiones materiales y de la aprobación de los demás.