El estrés es un trastorno que afecta a la sociedad en general, no le damos la debida importancia porque no es considerado una enfermedad,  sin embargo en las últimas décadas, el estrés forma parte de nuestra vida diaria, razón por la cual no lo detectamos fácilmente, a pesar de que se manifiesta con diferentes síntomas en nuestro cuerpo. 

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Lo alarmante no son los síntomas, es lo que viene después, se pueden convertir en enfermedades complicadas por haber ignorado cada advertencia que nos dio nuestro cuerpo.

Gracias a el Instituto Estadounidense del Estrés, hoy podemos saber un poco más sobre este trastorno, y cuáles son los síntomas y efectos que genera en las personas, ya que en cada una, se presenta de manera diferente. 

Es importante que le pongas atención a tu cuerpo antes de que sea demasiado tarde, un síntoma se puede convertir en un serio problema, siempre te voy a recomendar que acudas a un especialista para que descartes cualquier enfermedad.

¿Cuáles son esos síntomas más comunes que son causados por altos niveles de estrés?

  1. Dolor o ardor en la espalda.
  2. Tensión en los hombros y cuello.
  3. Dolor en la cadera y pierna derecha (la famosa ciática).
  4. Mareos constantes.
  5. Escuchar zumbidos o aire dentro de los oídos.
  6. Dolor de cabeza frecuente.
  7. Inflamación de abdomen.
  8. Acidez estomacal (reflujo).
  9. Estreñimiento o diarrea constante.
  10. Aumento de peso aunque que consuma pocas calorías. 
  11. Presión en el pecho.
  12. Dolor y ardor en la planta de los pies.
  13. Alergias constantes (sin tener antecedentes).
  14. Dificultad para respirar.
  15. Erupciones en la piel (urticaria o granitos).
  16. Ritmo cardiaco acelerado.
  17. Insomnio constante.
  18. Dormir y sentir que no descansa.
  19. Cambios frecuentes de humor (se entristece o se enoja con facilidad).
  20. Temblores en la parte superior de los ojos, manos o labios. 
  21. Boca seca (el hígado no está funcionando adecuadamente).
  22. Sudoración excesiva.
  23. Disminución del rendimiento sexual.
  24. Cansancio excesivo y debilidad. 
  25. Resfriados frecuentes o infecciones en vías respiratorias. 
  26. Sentir presión en la mandíbula. 
  27. Exceso de gas en el intestino (eructos o flatulencias) 

Si presentas alguno de estos síntomas, te recomiendo acudir a una consulta médica y descartar cualquier anomalía por medio de estudios profesionales. Previo a eso, también sería interesante que analices la carga de actividades que tienes, ya sea en el trabajo, en tu negocio, en la escuela o en el hogar,  identifica si hay algo que te está molestando o si tienes algún problema al que no le encuentras solución, lo primordial es tomarlo con calma para evitar que el estrés se eleve. 

Recuerda que la PREOCUPACIÓN no es la mejor consejera, te lo digo con toda la certeza porque años atrás estuve inmersa en un estrés constante, para ser exacta, fueron los dos peores años de mi vida, presentaba todos estos síntomas que te estoy compartiendo, era esclava de mi trabajo, de mis jefes, de mi familia. 

Desarrollé alergias a todos los alimentos, cada quincena estaba con un especialista diferente, consumía más medicamentos que alimento, hasta que un día mi esposo (en aquel entonces mi novio) me pidió que le acompañara en sus vacaciones, para mi sorpresa nos fuimos un mes completo. Al principio me preocupé por el trabajo y por la infinidad de llamadas que me hacían todos los días, después entendí que era primero yo y después los demás. 

Al día de hoy, lo único que me quedó de todo esto, fue la ansiedad, sigo trabajando en ello para que no se desarrolle a un problema más grande, la abrazo, la apapacho y la mantengo al margen. 

Todos los días aplico una serie de pasos que me ayudan a mantener el estrés controlado o por lo menos que no se eleve más de lo normal. A esto le he puesto nombre, técnica CASME,  así lo puedo recordar fácilmente cada vez que tengo un día apresurado y con muchas actividades. 

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