Una visita inesperada al Museo de
Historia Natural en Morelia
“Pensé que sería una caminata cualquiera, y terminé viajando al pasado con dinosaurios, fósiles… y un pedacito de historia viva.”

Mientras paseaba por el centro de
Morelia, decidí entrar al Museo de Historia Natural sin pensarlo demasiado. No
lo planeé. Lo vi y algo en mí dijo: entra. Y vaya que fue una sorpresa.
El recorrido comienza en un jardín con
dinosaurios imponentes. Son figuras grandes, tan realistas, que al posar para
una foto con uno de ellos sentí que me observaba con esos dientes enormes y
afilados.
Luego pasé a la sala de los fósiles y
bichos. Vi mariposas de muchos tipos, caracoles, y hasta un orangután. En otra
sala, diferentes aves con mirada penetrante estaban disecadas bajo la técnica
de taxidermia. También había un león y más especies que parecían a punto de
moverse. Impresionante.
Al subir las escaleras hay una
ludoteca, pensada para que los peques aprendan jugando junto a sus papás. En la
siguiente sala me sorprendió una exposición de fotografía en técnica azul, que
daba un aire nostálgico. Al salir, me topé con un pasillo lleno de piedras y
minerales que brillaban bajo la luz.
Una de las partes que más me impactó
fue la sala de embriones. Allí hay frascos con bebés que presentan distintas
condiciones: labios leporinos, gemelares unidos y uno con anencefalia. Un
recordatorio crudo y real de lo frágil y diverso que puede ser el cuerpo
humano. También había esqueletos y animales conservados con técnicas
especiales.
Ya casi para terminar, descubrí
fósiles impresionantes: restos del mamut columbino, el perezoso gigante, el
dientes de sable y, según decía una placa, incluso fósiles de excremento de
dinosaurio. (Aún no entiendo cómo saben eso, pero confío en la ciencia 🤭).
El museo está rodeado de un jardín con
plantas diversas. No sé si las exposiciones cambian con el tiempo, pero durante
mi visita vi todo esto y más. Lo mejor: la entrada es gratuita. Fui en domingo,
llegué sin reserva, y me dejaron pasar sin problema. Suelen abrir desde las 10
a.m. y cerrar a las 3:30 p.m., aunque a veces el horario cambia, sobre todo en
temporada vacacional. Por eso conviene revisar su página de Facebook antes de
ir: Museo de Historia Natural Universidad Michoacana
📍Está ubicado justo dentro del Bosque
Cuauhtémoc, en una zona céntrica y accesible. Ideal para ir con calma,
disfrutar y aprender algo nuevo.
💭 Caminar con los ojos abiertos también
es una forma de viajar
Ver de cerca esos fósiles, los
animales, las piedras y hasta la pluma que encontré al salir… fue como asomarme
a otras eras y realidades. A veces creemos que viajar es ir lejos, pero no: el
asombro puede comenzar a la vuelta de la esquina. Solo hay que mirar con
curiosidad. Si quieres ir a recorrer visualmente el museo, aquí te dejo el video. Recuerda seguirme en Facebook, allí todos los días publico parte de mi vida diaria y de tejo mucho contenido para reflexionar y frases que me surgen.