💭 Cuando la
mente se apaga y el alma grita
A veces la
mente no se apaga ni cuando el cuerpo se detiene.
Vivimos corriendo, tratando de hacerlo todo bien, sosteniendo más de lo que
podemos, creyendo que descansar es rendirse.
Pero llega
un punto donde no puedes pensar con claridad, ni concentrarte, ni dormir. Te
culpas, te fuerzas, te repites que deberías poder con todo… pero no puedes.
Y no es
flojera, ni debilidad.
Solo estás agotada de ser fuerte todo el tiempo.
🧠 Tu mente
no es tu enemiga, solo está saturada
No hay que
pelear con lo que pensamos.
Nuestra cabeza intenta protegernos repitiendo cosas como:
“hazlo bien”, “no falles”, “debes mejorar”.
No lo hace
por maldad, lo hace por miedo.
Miedo a perder el control, a no ser suficiente, a decepcionar.
Y cuando
ese miedo se acumula, el cuerpo grita y la mente se colapsa.
Ahí no hay daño, hay saturación emocional.
A eso se le
llama agotamiento mental.
Y el descanso —no la productividad— se convierte en medicina. 🌷
🌙 No necesitas
arreglarte, necesitas pausa
A veces
queremos “arreglar” cómo nos sentimos, como si fuéramos un problema técnico.
Pero no todo se soluciona leyendo más libros o escuchando frases
motivacionales.
A veces
solo se sana quedándote quieta, respirando, haciendo menos.
Darte permiso de no rendir al 100% también es amor propio.
Porque el
alma también se cansa de sostener sonrisas falsas.
🌾 El
silencio también cura
Hay
silencios que no son vacíos, son descanso.
Estar sola, apagar el celular, no responder mensajes… no es aislarte.
Es volver a ti.
Y cuando
vuelves a ti, la mente deja de gritar, porque entiende que ya la estás
escuchando.
🌼 Permítete
descansar sin sentir culpa
Tu mente no
está rota.
Solo está cansada de no sentirse segura, de intentar ser perfecta, de no parar
nunca.
Permítete
descansar, sin sentir culpa.
Porque incluso las flores se cierran para poder volver a abrir. 🌸
🌿 Reflexión
No tienes
que ser fuerte todo el tiempo.
No tienes que tener claro tu propósito cada lunes, ni ser la mujer que siempre
sonríe cuando por dentro se derrumba.
A veces
descansar no es rendirse, es aprender a soltar la guerra interna que llevas
contigo.
Esa guerra de “tengo que poder”, “debo mejorar”, “no puedo parar”.
El descanso
también es valentía.
Porque detenerte en un mundo que te exige correr es un acto de rebeldía
amorosa.
Y sí, quizá hoy no tengas todas las respuestas, pero sigues aquí, leyendo esto,
respirando.
Y eso también cuenta como seguir adelante. 🌸
En Vivencias
en Letras creemos en el poder de las pausas.
Porque a veces, el verdadero crecimiento personal comienza cuando decides
descansar sin culpa.
💌 Te
escribo desde mi rincón, donde pienso, río y a veces también lloro... porque
sentir sigue siendo mi forma favorita de sanar.
— San Gómez 🌷
